Es muy difícil hablar de uno mismo

Por eso prefiero contarte tres cosas sobre mí

Para que me conozcas.

La curiosidad siempre ha sido mi forma de vida.

Mis padres siempre dicen que era de esas niñas que iban preguntando a todas horas: ¿por qué? ¿Y eso para qué es? ¿cómo funciona eso?

Yo quería saber de todo, era un poco repelente no voy a mentir, pero es que me llamba la antención todo lo que veía a mi alrededor.

Por eso nunca supe que quería ser de mayor, porque quería ser de todo.

En el momento de elegir, me decidí por Ciencias Ambientales, era una carrera que me permitía saber de todo. Pero no fue lo que yo esperaba, así que cuando acabé le di un vuelco por completo a mi vida y me decanté por el diseño gráfico.

Cosa que me apasiona y en la que he descubierto algo a lo que puedo dedicarme sin cansarme de ello, porque no dejo de aprender cosas nuevas.

Mi primera publicación fue de pura casualidad

Aún lo recuerdo. 

Yo había mandado un microrelato a una editorial que acababa de nacer y que encontré de casualidad. Meses después me escribieron si tenía alguna novela terminada y les lancé No hay rosas sin espinas.

Fue la primera novela que escribí por lo que ahora mismo hay cientos de millones de cosas que cambiaría, además que, bueno la editorial cerro y el sueño me duró solo unos meses.

Pero vivir aquello, mi primera publicación, firmar en varias ferias del libro incluída la de Madrid, me hizo saber una cosa:

Quiero ser escritora.

Quiero escribir y compartir mis historias.

Después de eso me lo tomé en serio y vino Cuando florece la primavera (Selecta, 2021) muchas novelas escritas entre medias, el crowfunding de Ni boda, ni príncipe (2021) que fue la mejor experiencia de mi vida y Copenhague es nuestro (Pato ediciones, 2023) que aún no proceso que vea la luz.

Y todo eso, esos cuatro libros publicados más las decenas de historias entre medias que aún siguen en el cajón, fueron gracias a la casualidad de mandar un microrelato de la manera más random posible.

No tengo claro a que me quiero dedicar.

Ya lo he dicho, ser curiosa me ha convertido en una persona que quiere saber de todo.

Pero claro, cuando eres niño eso está genial, pero la vida adulta te obliga a tener una dirección, un objetivo y, básicamente, algo que hacer con tu vida.

Ahora mismo soy freelancer hago diseño editorial, diseño gráfico, diseño web, copywriting, servicios de community manager, fotografía y video de producto…

En serio, es una locura.

Me gustaría centrarme en solo una cosa, de hecho es lo que recomiendan: elige una sola cosa y trabaja en ser la mejor en ello.

Pero no puedo, me encanta todo.

Y creo que en parte tiene sus beneficios, no me aburro nunca. Hoy maqueto un libro, mañana voy a grabar unos videos, pasado diseño un logotipo…

Sin duda es genial y no lo cambio por nada del mundo.

En resumidas cuentas.

Sigo trabajando duro para cumplir mis metas y sueños.

Todavía me queda mucho camino por recorrer.

Si quieres compartir conmigo ese camino, yo estaría encantada de que lo hiciesemos juntas.